El lobo siempre ha sido un símbolo inquietante de la naturaleza: orgulloso, desafiante, digno de respeto... desde una distancia segura. Pero a medida que el hábitat humano continúa invadiendo la naturaleza, los lobos se están volviendo una visión más familiar. Para algunas personas, incluso son mascotas (incluso si eso significa que tienes que poner una cadena alrededor de tu refrigerador). Esta película bellamente filmada en Columbia Británica analiza la compleja y cambiante relación entre el lobo y el ser humano: cómo la llamada de la naturaleza aún nos atrae y cómo los lobos se ven obligados a vivir junto a nosotros. Uno de ellos, Takaya (llamado así por la Primera Nación Songhees) se hizo mundialmente famoso después de reclamar como su territorio un conjunto de pequeñas islas frente a la isla de Vancouver.
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