Críticas de la prensa de PERDIDOS EN PARÍS

Tierna y divertidísima comedia que, por momentos, parece la escenificación de un cómic (...) Un escenario de cuento vitalista y sentimental en el que cabe casi todo, incluso deliciosos números musicales

La película convierte el romance en un juego de pillapilla democratizador que se mantiene gracias a la estimulante imprevisibilidad

Parece más una sucesión de escenas resultonas que un conjunto bien ensamblado, pero tiene momentos deslumbrantes y una ingenuidad agradable

Oda a un rato agradable (...) Abel & Gordon saben cómo presentar con una ligereza encantadora un material que en otras manos resultaría abotargante por exceso de melaza.

En un mundo en el que la comedia se ha vuelto obscena, siempre nos quedará París, que nunca ha sido más divertida o más encantadora que a través de los ojos del dúo burlesco que forman Abel y Gordon. 

Una comedia física única, como nada de lo que hay alrededor (...) Gordon y Abel saben verdaderamente lo que están haciendo 

Fiona Gordon y Dominique Abel muestran su talento para la comedia física (...) 'Lost in Paris' se hace un poquito pesada por la duración de su metraje, pero es un divertimento ganador. 

[Una] encantadora oda a Tati y Chaplin (...) En lugar de reinventar la rueda, Abel y Gordon siguen girándola con su toque personal. 

'Lost in Paris' no tiene sentido intencionadamente, una comedia del absurdo que siempre resulta entretenida y ocasionalmente pura. 

Riva es un deleite efervescente en uno de sus últimos papeles, su diablilla encaja a la perfección con la visión escapista de un París benigno que tienen Gordon y Abel. 

En sus mejores momentos, Abel y Gordon invitan a pensar en descendientes de Keaton o Tati a los que se les han perdido la escuadra y el cartabón (...) está lejos de ser una película desdeñable 

La sutileza no es el fuerte de la película: no demuestra tanto interés por darle fluidez a la narración como por reivindicar a grandes figuras del pasado. 

Repetitivo e irregular, el film levanta vuelo cuando se apoya en el despliegue coreográfico y en los tramos en los que se vuelve más osado e incorrecto. 

La inconfundible obra de estos directores e intérpretes se basa en una restitución del arte cómico mudo en el cine, encarnado en el gag visual. 

La grandeza de la cinta radica en su simpleza, y le es suficiente para que te enganches de ella mientras te enamoras de París y su Seine. 

Es un cine poco usual, interesante, construido con cuidado y cariño. El único problema, quizá, es que ya lo hizo Keaton. 

Pequeña joyita de facetas irregulares (...) humor físico, absurdo, de fondo romántico y pocas palabras.