Una película hermosa, conmovedora, llena de matices, divertida, de ritmo trepidante, con actores fantásticos y una trama imprevisible. Que tomen nota otros cineastas, así es como se toma en serio al público. ¡Bravo!
La historia de Thibaut, un director de orquesta de renombre mundial que descubre que tiene un hermano perdido, Jimmy, es conmovedora y llena de sorpresas.La química entre los actores Benjamin Lavernhe y Pierre Lottin es palpable, y las escenas musicales son simplemente espectaculares.Además, la dirección de Emmanuel Courcol le da un toque único que te hace reflexionar sobre la vida y la familia.
La trama sobre dos hermanos que se reencuentran gracias a la música es interesante, pero en algunos momentos se siente un poco predecible.Las actuaciones son decentes, especialmente la de Benjamin Lavernhe como Thibaut, pero no sé si logran transmitir toda la emoción que la historia pretende.Las escenas musicales son agradables, aunque no me dejaron sin aliento.