Críticas de la prensa de PROYECTO RAMPAGE

El guion es tremendamente divertido, las secuencias de acción son elegantes y atractivas y la amistad entre el humano y el primate es bastante conmovedora a veces

Juzgar 'Proyecto Rampage' en otros términos, que no sean el del chaval que se dejaba arrastrar por el sinsentido de la locura divertida, (...) la catarsis de la maravilla que una gran pantalla nos mostraba, sería no solamente un error, sino una gran injusticia

Es excesiva y entretenida, aunque quizá las imágenes hechas por ordenador no son de primer nivel

Recomendamos disfrutar del tono animalista de la historia (los monstruos gigantes son en realidad víctimas de la codicia empresarial), de sus momentos over the top y de su ausencia de ironía.

Se disfruta únicamente gracias a Dwayne Johnson, a pesar de su guion predecible y sin pretensiones.

'Rampage' es un bodrio (...) Es todo sufrimiento y nada gratificante (...) Un guion horrible, hecho por cuatro guionistas, que tonalmente es un descontrol

Entretenimiento comercial desechable (...) Gracias al carisma y la firmeza de Johnson y al sentido del ridículo que tiene la película, 'Rampage' tiene cierto encanto

The Rock en estado puro: un festival de cine de aventuras, acción, ciencia ficción y criaturas terroríficas, salpicado con grandes dosis de testosterona fantástica

Lo que al director Peyton le falta de visión artística lo compensa con su talento para llevar a cabo una producción hecha por ordenador tan inventiva 

No se puede negar el gran carisma y el muscular humor autocrítico de Johnson (...) Un entretenimiento comercial tonto 

El singular carisma de Johnson -su forma de hablar, el efecto especial que es su propio físico- dan a 'Rampage' una personalidad consistente, aunque a veces el tono pase de ser salvajemente cómico a selectivamente sentimental o casualmente horripilante. 

En realidad 'Rampage' apenas ofrece algo nuevo (...) pero aun así toca todas las teclas que se esperaban de ella, ofreciendo suficiente entretenimiento para que no la odies. 

Sólo tengo dos cosas que decir de 'Rampage': es terrible, y la disfruté enormemente. 

La mejor película de un videojuego (...) 'Rampage' es una fantasía de acción sólida, entretenida y relativamente bien hecha que funciona independientemente de si has jugado o no al juego de los 80. 

Es una basura, aunque es basura con contexto (...) Agresivamente estúpida 

El resultado es el esperable: pirotecnia visual sin sustento dramático, una pavorosa mezcla de cine catástofe, comedia y King Kong vs. Godzilla. (...) villanos caricaturescos y situaciones inverosímiles, todo queda a medio camino entre la parodia y la acción en serio. 

Lo mejor de 'Rampage' (...) son sus protagonistas, Dwayne Johnson (...), y el espectacular trabajo con los efectos visuales (...). Lo peor, un guion básico que trata de trasladar el esquema del popular videojuego de los años 80 a la pantalla grande. 

Es una película pochoclera tan gigante como las bestias que la protagonizan. Y está bien. 

La descabellada premisa, sus efectos poco creativos y el estilo dramático, lejos están de ser originales. Son sobadísimos lugares comunes del subgénero. Un auténtico descalabro para Peyton, director que está aclimatándose a los churrazos de altísimo presupuesto. 

Estamos ante un conglomerado de fuegos artificiales a modo para el lucimiento del exluchador Dwayne Johnson (...) que se nutre de la actual nostalgia por los ochentas (...), y más que un discurso crítico (...) incluye una pequeña moraleja ecológica. 

De una película protagonizada por Dwayne Johnson (...) y un gorila albino gigante, no se puede esperar coherencia, sobriedad o lógica. (...) tal vez por esto 'Rampage'(...) que podría ser catalogada como una basura, termina funcionando tan bien. 

Una experiencia que solo puede compararse con una muy satisfactoria dosis de comida chatarra. Es decir, no hay mucho valor nutritivo y probablemente su consumo nos haga mal, pero de que cumplió, cumplió. 

La historia no tiene ni pies ni cabeza desde el principio. (...) el problema con este subgénero, no es que los desafíos de “La roca” sean cada vez más grandes. Sino que las ideas en que se basan, son cada vez más diminutas.