Críticas de la prensa de ¿QUÉ INVADIMOS AHORA?

Mientras Estados Unidos se arrastra hacia una nueva administración -otra oportunidad para vender la esperanza como una panacea- necesitamos voces como la de Moore para recordarnos que el cambio requiere mucho trabajo.

Activista para convencidos, poco queda más allá de su espléndida vis cómica

Moore todavía más divertido que en sus anteriores films, y ciertamente más relajado, positivo y conciliador

Michael Moore despliega en '¿Qué invadimos ahora?' todos sus defectos como documentalista y casi ninguna de sus virtudes

No hay preguntas, sino juicios tajantes. Es decir, estamos menos ante un documental (...) que ante una propaganda (un film que tiene un mensaje unívoco y hace todo lo posible por convencer de su verdad). Moore puro.

Ni siquiera tiene el veneno ni el espíritu contestatario que caracteriza a la obra de Moore. Por el contrario, aquí luce desganado, apagado, políticamente correcto y sin fuerzas. Igual que la película.

Divertido y siempre enfocado en un tema sin que se le vaya la mano, es una película atractiva que podría ampliar la base de fans de Moore. 

Michael Moore va de gira mundial con esta entretenida picardía polémica. 

Un ensayo documental de amplio espectro y algo serpenteante, que mezcla bromas que gustan al público con un análisis que lleva a la reflexión. 

Con 'Where To Invade Next' (...) Moore ha hecho su mejor película de esta última década, y deja claros cuáles son exactamente sus puntos fuertes. 

La forma de razonar de Moore puede incluso irritar. (...) El trabajo de Moore menos agresivo, más autoindulgente, menos Moore. Pero... ¿quién se resiste? 

Ciertas imágenes de la parte inicial de la película confirman que Moore se ha convertido en un 'clown' al borde del sonrojo (...) Con su habitual gusto por la ironía y su indiscutible capacidad para el montaje 

Moore ejecuta un golpe de timón y lleva adelante, con una mirada algo ingenua e idealizada pero siempre abierta a la polémica. 

Pese a ser un tanto ingenuo y reduccionista, este documental demuestra la eficacia de políticas progresistas. 

Moore mete en un solo documental una cantidad de temas con los que cualquier documentalista más meticuloso y riguroso haría una docena. Pero eso es Moore, que ha construido un personaje carismático en su desaliño, que escapa de las argumentaciones elaboradas y de los rigores para la reflexión. 

Con el correr del tiempo, las virtudes exhibidas en Roger & Me y Bowling for Columbine se han ido extinguiendo. La nueva película del director de gorrita eterna es la más desganada, dócil y burdamente didáctica de su historial. 

Más allá de lo certero de muchas de sus observaciones, formalmente la película es un tanto obvia y manipuladora. 

El discurso del documental es muy diverso y las repetidas constataciones de que en otros países se vive mejor se vuelven algo monótono. 

Es una amena invitación a dejar de ser autodestructivos y comprometernos con nuestro futuro. Muy recomendable. 

En sus mejores momentos, el resultado no sólo es hilarante, sino también muy contundente (...) En sus partes más flojas, la película también es muy repetitiva y autoindulgente, totalmente débil en el rigor histórico, parcial y tendenciosa.