Críticas de la prensa de RELATOS SALVAJES

Es un conjunto de seis chistes (...) precisos, que estallan como una bomba de relojería. (...) Szifron administra [la mala leche] con sabiduría de gran cineasta

Szifrón (...) logra hacer creíble y disfrutable las situaciones más inverosímiles y delirantes (...) A nivel artístico, el resultado es apabullante, facscinante y demoledor.

Una colección de historias deliciosas, horribles, espeluznantes y escabrosas de Argentina (...) Szifrón consigue un algo muy difícil: hacer que resulte genuinamente divertida y aterradora al mismo tiempo

Es una película sobre lo peor, pero expuesto de modo brillante y con el infalible anzuelo de lo muy gracioso.

Para sibaritas del humor negro (...) un poderoso mosaico donde no se tiembla después de haber reído: se tiembla y se ríe a la vez.

Atravesada de principio a fin por un arranque de placer liberador (...) interpretaciones brutales y expresionistas, (...) divertidísimos 'Relatos salvajes'

Damián Szifrón utiliza la comedia para demostrar los niveles a los que puede llegar el ser humano, lo ridiculiza, pero también pone el dedo en la llaga.

No todos los “relatos” son igualmente buenos, pero hay tres que son extraordinarios en cuanto a ejecución técnica, manejo del ritmo e incluso pintura de caracteres.

Su título no miente (...) Un respuesta maliciosamente directa a una cultura de inevitable corrupción, desigualdad social y económica e injusticia 

Un compendio endemoniadamente delicioso de seis historias independientes unidas por el tema de la venganza (...) el disfrute general apenas decae 

La rara narración logra ser ridículamente absurda y profundamente trágica al mismo tiempo. 

Posee una estructura ideal y a menudo una maldad oscura. 

Vocacionalmente violenta, obligadamente salvaje, pero, y sobre todo, deslumbrante en su claridad. Además, y esto es lo que cuenta, profundamente divertida. (...) Brillante, magistral incluso 

Hay humor en estos sucesos bárbaros pero es una gracia muy negra. Y es transparente la inteligencia, la osadía y la crueldad de un director tan original como perturbador. 

Propone una mirada impiadosa, (...) de una sociedad argentina siempre crispada, (...) en el terreno artístico el resultado es apabullante, fascinante y demoledor. 

El filme nos absorbe desde que arranca hasta el desenlace (...) siempre atrapados por lo que estos personajes, en tono de desesperación hacen, cuando la mayoría se quedaría en el molde. 

Damián Szifron sabe conectar con el ánimo del espectador usando un tono humorístico y zumbón, incluso para colocarlo frente a sus peores flaquezas, mostrándole sus crueldades y sus sentimientos más inconfesables. 

Szifron da la sensación de saber exactamente qué quiere y cómo lo quiere. Con la única excepción del último episodio (...), Szifron domina todos los resortes de la narración clásica. 

Un trabajo eficaz que se asienta en la efectividad de la puesta y un elenco con grandes intérpretes. 

La cinta tiene la inteligencia de utilizar como inspiración no tanto los problemas, sino el estado de ánimo de Argentina. 

Todos los episodios están actuados con gracia (...) y filmados con dinamismo formal y buena intuición cómica. 

Szifrón explora con un ácido sentido del humor las miserias de la condición humana, (...) La propuesta es toda una disección de la corrupción y las trampas para evitar cumplir con la ley y enfrentar las consecuencias de nuestros actos. 

A través de sus historias nos lleva a explorar los sentimientos más profundos y las bajas pasiones, que en un momento de extrema presión puede traicionar, estallar un auto o subir a todos sus enemigos a un avión. 

Una caricaturesca-antihumanística y vengadora alegoría zoológica (“...) que empieza desde los créditos (...), donde los productores se reservan el indomable papel de los leones y el realizador el de un zorrito inofensivo . 

Con eficacia narrativa y una acción intensa que sólo decae o encuentra contrapuntos en sus dos últimos relatos, la cinta de episodios de Szifron incursiona en un terreno turbio. 

Es una mezcla explosiva: es un producto cinematográfico de gran calidad, es tremendamente entretenida y además tiene un estupendo humor negro. 

Un brío particular inunda la pantalla y el espectador queda literalmente pegado al asiento en esta fenomenal comedia negra argentina donde no hay minuto malo. 

Seis historias, unitarias y delirantes, están unidas por una comedia negra y provocadora de buen cuño y quizás unas brillen más que otras, pero el conjunto es uno: una dramaturgia destacada e inventiva. 

Szifrón está lejos de la vanguardia (...) y se mueve en la zona de la funcionalidad comercial del cine de masas. En ese campo ya tiene vuelo propio y se perfila como uno de sus autores más interesantes.  

Original, sorprendente y singularísima, esta es una muy negra comedia (más negra que comedia), suspenso incluido, no apta para todo público. 

Presenta a un cineasta enojado con todo o casi todo. Menos con su talento para contar historias cinematográficamente, que sigue brillando como una luz rutilante en medio de tanta oscuridad. 

Un impresionante elenco anima los seis cuentos de similar regocijo sobre gente aparentemente normal perdiendo los estribos de forma estrepitosa en ocasión de enojo o de venganza, en un film que divierte y también espanta. 

Szifron sigue utilizando los mecanismos de la narrativa clásica, pero para abordar una temática de mayor envergadura. En la cinta asistimos al retrato de la sociedad argentina contemporánea.