PostMortem es un especial que desafía las expectativas. Si bien Sarah mantiene su estilo irreverente, el tono general es más sombrío de lo habitual. Algunos chistes caen en terrenos incómodos, y no todos logran el efecto deseado. Sin embargo, se aprecia su intento de abordar el duelo desde una perspectiva honesta y sin adornos. Es un experimento interesante, aunque no siempre logra el equilibrio perfecto entre el humor y la tristeza. |