La actuación de Amanda Seyfried es de otro nivel, y la dirección de Egoyan le da un toque único. La trama, aunque densa, te atrapa y te hace reflexionar. Definitivamente, una de las mejores películas que he visto este año.
La historia es interesante, pero en algunos momentos se siente lenta. Seyfried hace un buen trabajo, pero hay algo que no termina de enganchar. Para pasar el rato está bien, pero no es algo que recordará por mucho tiempo.