Críticas de la prensa de SÍGUEME EL ROLLO

Cuando Adam Sandler no está haciendo bromas de cuarto de baño o hablando como un niño de dos años con sinusitis, el chico puede resultar desarmante (...) una comedia sorprendentemente fresca y divertida

Lejos de los mejores films de la dupla Dugan-Sandler, esta comedia romántica bastante misógina resulta un producto menor y previsible, aunque no del todo descartable.

Es la película perfecta para una cita de San Valentín, pero sólo con alguien a quien odies

Una comedia romántica muy divertida que combina agradablemente la ternura mordaz de Adam Sandler con la calidez terrenal de Aniston 

Una predecible y alargada farsa romántica con suficiente descaro y sex appeal para atraer al público 

Pícara pero agradable, a ratos desagradable y ocasionalmente divertida comedia romántica (...) Resumiendo, el balance final de 'Just Go With It' no es tan terrible. Lo que no significa que la película sea nada especial. 

Lo intenta y falla en dos direcciones aparentemente incompatibles: una pueril comedia de niños sin la energía anárquica y una comedia romántica sensiblera sin la dulzura 

Contiene una buena dosis de gracias inmaduras (...) y consiente que, a partir de un punto del relato, la Aniston se olvide de que su personaje está representando un papel 

Entre este marasmo de chistes escatológicos (...) agoniza asfixiada la historia que intenta contar sin gracia Duhan (...) Jamás un título, en español o inglés, lo clavó de tal manera. Pero qué rollo 

Reformula los hallazgos (y los errores) de '50 primeras citas' y 'Niños grandes', que sigue siendo de un peterpanismo cafre capaz de caer en la comedia romántica a base de slapstick, machismo cándido y feminismo stripper. 

Funciona cuando Aniston se pone las pilas y saca a relucir parte de ese encanto que la convirtió en estrella y cuando Sandler deja de poner cara de “sufrido” (...) y empieza a divertirse un poco, especialmente con los chicos, con los que parece tener más química que con cualquiera de las dos mujeres. 

Termina pareciéndose a una larga improvisación a cargo de artistas no muy inspirados. 

Tiene un par de momentos de buena comedia, siempre a cargo de Aniston. Es básicamente ella quien salva a la cinta de su misoginia soterrada, su racismo encubierto y su flojera narrativa.