La película, rodada en formato scope se suma a la nostalgia ochentera al desarrollarse a mediados de esa década y haciendo un repaso por la música de aquellos años. Grupos como The Cure, Ahá o Duran Duran sirven de banda sonora al filme y Carney, que fue músico, dota a la película de una estructura musical. El director nos va narrando historias de amor-desamor entre adolescentes al tiempo que va hurgando en los recuerdos que tenemos de aquella década. A destacar la muy convincente interpretación de Ferdia Walsh-Peelo como el ilusionado protagonista en la que constituye hasta ahora su única interpretación en la gran pantalla. |