Críticas de la prensa de SOLO NOS QUEDA BAILAR

'And Then We Danced' está llena de placeres relacionados con el primer amor y cómo éste vibra a través del cuerpo y la mente

Su dimensión física es electrizante y su narración es vibrante (...) Las escenas de baile son muy satisfactorias

No sólo es cine relacionado con la buena ciudadanía, es también un drama apasionante y eso es lo que hace que sus ideas sean tan efectivas

Una historia sensual de identidad y deseo (...) Resalta el talento dramático y para el baile de Levan Gelbakhiani

Una historia de amor bien hecha, reforzada por un fascinante Levan Gelbakhiani y animada por los cautivadores números de baile

Filme de alarde lírico (...) [historia] cautivadora (...) alcanza un brío especial en su tercer acto

Para aquellos que busquen un cine exótico, pero con mensaje (...) nos introduce en una cultura rígida e intolerante a través de unos moldes expresivos muy libres y fluidos, apostando por la ruptura de prejuicios

Con gran pericia de cámara, juegos secuenciales y seducción visual, Levan Akin narra la historia de (...) Merab, (...) describe de modo atractivo su entorno familiar, (...) tiene momentos de auténtica lucidez

El meollo de la cuestión está en si la danza acaba siendo o no una liberación en un contexto social represivo, pero los conflictos no acaban de casar bien entre sí.

Más allá del fascinante baile tradicional georgiano (...) es un material poco sorprendente que atraerá a los colectivos LGBT, pero que lo tendrá difícil para salir de ahí 

Una historia que nos absorbe de inmediato (...) El sector LGBTQI seguramente se sentirá muy atraído hacia ella, pero su temática de baile le garantiza tener un futuro prometedor entre el público en general. 

El guion suele apoyarse en clichés, aunque el apartado técnico es excepcional y Gelbakhiani está cautivador. 

Merab es un personaje maravilloso (...) Una película totalmente original y adorable que abre una ventana hacia una sociedad tradicional en toda su belleza e intolerancia 

La película es atractiva y sólida, pero sus componentes dramáticos, aunque están llenos de tensión, se presentan de forma apática. 

Akin ha hecho una película política, presentada de forma sensible, con un espíritu alegre y que muestra una cultura que rara vez vemos en la pantalla. Una de las mejores películas gay del año. 

Aunque Akin no demuestra que entiende el aspecto físico del baile (...) sí que hace un trabajo decente a la hora de transmitir la frustración y la pasión que inspira en Merab 

El resultado es a la vez tonificante (...) desgarrador (...) e inspirador 

Es una respuesta rotunda a una tradición que excluye no ya otras sexualidades sino también otras masculinidades (...) una película que fluye entre la crítica social y el íntimo retrato del despertar sexual de su protagonista. 

Aunque cae en algún lugar común por el camino, el relato acaba desembocando en un alarde estilístico de enorme fuerza dramática (...) notable film 

Los encontronazos con una sociedad que sigue pensando la homosexualidad en términos medievales son los ejes principales de este sólido film de Akin, un cineasta sueco de origen georgiano, que se luce en largos planos secuencia. 

Akin no apuesta de modo alguno en su relato ni a la originalidad en los diálogos (...) ni tampoco a un despliegue de consignas panfletarias (...) Lo que pretende y consigue holgadamente es oponer a esa rigidez opresiva el jubiloso desenfado de minorías socialmente silenciadas.