Describir La vida de Chuck como abrumadora es casi quedarse corto. Si a medida que envejecemos, nuestras vidas empiezan a estrecharse, esto nos ofrece una perspectiva diferente, una en la que empezamos en el inevitable punto final y trazamos nuestro camino hacia atrás. Al hacerlo, nuestras vidas se ensanchan, nuestros mundos se agrandan, nuestros universos se extienden, todas esas multitudes que llevamos dentro vuelven a ser redefinidas y tangibles una vez más. No podía dejar de pensar en el diálogo del episodio final de The Haunting of Hill House, de Flanagan: «Te amé completamente. Y tú me querías igual. Eso es todo. El resto es confeti», porque eso es lo que se siente. |