En 1588, un náufrago de la Armada española, enviado desde Portugal por Felipe II de España para conquistar Inglaterra, es capturado en una playa irlandesa. Allí es juzgado, declarado culpable y ahorcado. Todo esto sería razonable de acuerdo con las leyes de la guerra y el odio entre los humanos. El problema es que el prisionero es un mono. |