La actuación de John Lithgow es escalofriante, y Geoffrey Rush le hace frente con una intensidad impresionante. La historia, aunque perturbadora, está bien construida y te atrapa en su atmósfera opresiva
La trama es más extraña que aterradora, y la muñeca Jenny Pen resulta más cómica que inquietante. Aunque Lithgow y Rush son actores talentosos, sus personajes no son lo suficientemente profundos como para que me importe lo que les suceda.