Sería muy fácil descartar Absolution como otra película de acción genérica de Liam Neeson, pero nos equivocaríamos.
Se trata de un sólido thriller policíaco, una mezcla de la excelente En tierra de santos y pecadores de Neeson y de Knox se va, de Micheal Keaton, de principios de este año. Un par de secuencias oníricas parecen innecesarias y la trama está quizá demasiado recargada. Pero Neeson es una presencia tranquilizadora en todo momento y todo encaja al final en una conclusión algo predecible, ligeramente chocante y, en su mayor parte, satisfactoria.
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