En los macizos montañosos de Albarracín, en los confines de las provincias de Teruel y también Cuenca, partidas de bandidos recorren esos parajes abruptos, matando y desvalijando a todos los que incluso encuentran en su camino. Después de asaltar un tren y matar a varios empleados de la compañía, unos bandoleros son perseguidos, por la Guardia Civil. Manuel, uno de los cómplices de la banda, que odia a su hermano, el alcalde de Torrepartida, pues los dos aman a la misma señora, por temor a ser arrestado huye del pueblo y se une a los bandidos |