Críticas de la prensa de UN ITALIANO EN NORUEGA

Recuperación (...) del inmenso Lino Ban (...) una corrosiva declaración de intenciones contra los políticos y a favor del dolce fare niente.

Paliará tu mono de 'commedia all’italiana', pero no mucho más.

El popular cómico Checco Zalone ofrece una crítica (tibia, liviana y bastante obvia) a la burocracia y otras miserias de su país.

Para que te guste, tal vez tengas que ser un fan de su guionista y protagonista: Checco Zalone, un cómico italiano, un actor a medio camino entre Sacha Baron Cohen y Michael Barrymore.

Nunziante, se ha ganado al público de su país. La fórmula de su éxito asusta, de puro sencilla: parodiar (...) temas rutinarios (...) Zalone es muy divertido por momentos y en otros resulta irritantemente cargante

Su especialidad es el humor popular, zafio y chabacano (...) Lo curioso es que, a pesar de la idiocia que impregna la propuesta, los gags funcionan

La taquillera megaproducción italiana acaba entreteniendo a la fuerza, sin dejar reflexión alguna.

Película de estrictas aspiraciones populares e imagen más que discreta (...) se extravía, instalándose en el tópico más fácil, lineal y sin gracia. 

Consigue entretener y divertir un buen rato sin tener que perdonar los muy pocos baches que se perciben sobre todo cuando va acercándose el remate. 

Muchos tendrán que dejar de lado prejuicios ideológicos para disfrutar de lo mejor de la película, que es la cargada a los empleados públicos (...) Siempre intercalando buenos momentos con chistes pavos, gags efectivos con tonterías. 

Hay chistes objetivamente hilarantes, (...) Pero la suma, (... ) se pone demasiado blanda cuando debería aplicar algo de oscuridad y el lugar del costumbrismo irónico es finalmente usurpado por el voluntarismo de la historia y los personajes. 

Hilarante, buena fusión entre humor clásico y ritmo de sitcom. 

El gran mérito del film consiste en llevar su supuesto a fondo y en que sea esto lo que causa risa. (...) ★★★½ (sobre 5) 

La feroz radiografía cómica que ofrece nos otorga un espejo en el que podemos ver y vernos (...) Un consejo: Hay que verla, sí o sí. 

El asunto daba para una buena caricatura del estereotipo del trabajador para el Estado. (...) en 'No renuncio' no sobrepasa el nivel de la más ramplona comicidad. 

Mucho más que una buena sátira sobre empleados públicos (...) Lo que hace esta gente va más allá del mero chiste. Y dura menos de 90 minutos.