Frustrado, porque se ve obligado a producir programas de telebasura, un gerente de una cadena de televisión, entra en la emisora y manipula las calificaciones, para iniciar una revolución televisiva...
El sentido del humor a la hora de retratar a los saboteadores salvan la larga función. (...) Con trazo algo grueso y cogollo argumental poco exprimido
Ver crítica completa