Roger Ebert (rogerebert.com) | Nota: 6 |
Esta historia no es del todo creíble (...) Tiene escenas de una fuerza innegable |
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Chuck Rudolph (Slant) | Nota: 4 |
Tiene un enfoque tan genérico y equivocado a la hora de contar su historia que se autodestruye en un campo de minas de ingenuidad e hipocresía |
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Sloan Freer (Radio Times) | Nota: 4 |
Los sucesos parecen cutres y poco realistas, por lo que apenas capturan la relevancia y la intensidad emocional de estas sesiones legales |
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Stephen Holden (The New York Times) | |
El guion comete un grave error: hace que sus personajes sean meros portavoces de ideas |
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Jonathan Rosenbaum (Chicago Reader) | |
Un drama potente y liberal (...) La historia es lo suficientemente detallada para desarrollarse en direcciones inesperadas y Boorman saca partido al material. |
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Derek Elley (Variety) | |
La mezcla de servilismo cultural y un guion esquemático y didáctico asfixian a las emociones humanas en una película sincera pero dramáticamente moribunda |
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Antonio Gasset (Días de cine) | |
Llena de estereotipos |
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Javier Ocaña (Diario El País) | |
Pusilánime intriga política con toques de drama romántico (...) La película no funciona ni en el fondo ni en la forma. (...) dirección rutinaria y rancia |
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Alberto Bermejo (Diario El Mundo) | |
La cinta se pierde en la reconstrucción torpemente efectista de los hechos históricos y el romance artificioso. (...) inesperada y grotesca sorpresa final. |
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