Críticas de la prensa de UNA BOLSA DE CANICAS

No innova en su contenido, sino en su forma: es una versión preciosista del conflicto, alejada de revueltas o campos de concentración, que pone el foco sobre una sociedad condenada a seguir adelante.

No busca la crudeza ni el detalle sórdido, sino la pulcritud narrativa y una cierta melancolía (...) un magistral Patrick Bruel.

La inocencia perdida, la traición, el miedo, la culpa, la solidaridad y la supervivencia en una road movie donde hay instantes para el odio, el amor e incluso el perdón

Filmada con pulcritud por el cinefotógrafo Christophe Graillot, Un saco de canicas resulta ciertamente conmovedora, pero no sólo eso. Pone en la mesa reflexiones sobre el racismo y la discriminación.

El director intenta modular su propuesta sin maniqueísmos ni arrogancias, pero sólo lo consigue a ratos

Mantiene la tensión, cierto, tiene buenos actores (...) pero hay en el filme de Christian Duguay ráfagas de verdad destrozadas a veces por un exceso de música e irrelevantes ralentís.

Es posible que esta sea su mejor película [de Duguay], sin que sea nada del otro mundo (...) puede ser una película agradable (...) Con la dureza suficiente como para no ser acusada de meliflua, pero con el sosiego suficiente como para no enturbiar incluso una tarde de cine en familia. 

Para ser honestos, el filme sigue las convenciones e incluso chantajes emocionales del género. (...) Pero en su conjunto, la obra funciona precisamente por su complacencia y el poco pudor que tiene para apelar a las emociones de primer plano de un público con lágrima fácil. 

Duguay dirige su mejor película, precisa, inspirada. 'Un saco de canicas' es una destacada crónica del heroísmo cotidiano de dos niños con inquebrantable voluntad para aferrase a la vida. 

Apenas hay escenas en 'A Bag of Marbles' que no hayas visto antes (...) Se mantiene conmovedora a pesar de sus impulsos sentimentaloides 

El guion y las caracterizaciones tienen una integridad innegable (...) y los actores principales están conmovedores. 

En la vida real, Joseph habría hecho una limonada reconfortante de limones traumáticamente agrios. Pero esta ficcionalización añade azúcar. 

Su tono amable molestará a muchos espectadores (...) Para aquellos que estén preparados para verla en sus propios términos, su enfoque agradable en la familia y su persistencia serán fáciles de digerir. 

Duguay está más cómodo tratando las superficialidades de la acción y las travesuras de la infancia que las complicadas y turbulentas emociones de los niños en peligro durante la guerra