Críticas de la prensa de UNA HISTORIA VERDADERA

Los rostros de esta película son uno de sus tesoros (...) El tramo final es acertado

Disecciona con inteligencia y con gran precisión las costumbres de la América rural (...) Es difícil imaginar una película más amable

'The Straight Story', con un título que funciona a varios niveles, es un ejercicio de ternura extraña que habría sido del gusto del John Ford más elegíaco

Un regalo impagable a los espectadores y a la historia del cine

Obra maestra. Profunda, conmovedora 

Una película para la estantería de la historia

Una obra maestra absoluta. La primera película íntegramente sobrenatural (por hermosa) del siglo XXI.

'The Straight Story' va directa al corazón (...) Farnsworth hace la actuación de su vida 

Maravillosa (...) Una película con un aspecto hermoso (...) Un peregrinaje espiritual que nos hace reflexionar sobre la vida familiar, la comunidad y nuestra preparación para afrontar la muerte. 

Una historia familiar discreta y emocionalmente eficaz (...) [Farnsworth] domina cada fotograma (...) Lynch ha hecho una película en la que el estilo visual y el tema son totalmente congruentes. 

Sencilla con elocuencia y profundamente emocional (...) A su manera, es una experiencia religiosa 

Una odisea espiritual muy emotiva y sugerente (...) El ritmo reflexivo de la película es fascinante 

Una obra maestra dulce y lírica (...) 'The Straight Story' resuena con una poesía sencilla que es tonificante y auténtica. 

Si estás en un estado de ánimo adecuado, la ensoñación que el director ha pintado para Alvin Straight es una experiencia adorable y memorable. 

Una odisea tierna y pensativa (...) Las actuaciones de Farnsworth y Spacek son sólidas; los fragmentos de color local se suman a una paleta hermosa. 

Lynch se vuelve humanista y produce una joya (...) Su engañosa simplicidad y su imperturbable calidez hacen que sea una de las películas más artística y emocionalmente satisfactorias de Lynch. 

Presenta una premisa interesante, una fotografía hermosa y una actuación principal de una sutileza y una fuerza que es imposible no estar anonadado cuando acaba. 

Además del plácido recorrido, hay humor. Buen humor, podríamos decir, lejos de esa angustia a veces un poco artificial que destila el resto de la obra de este autor. Y, milagro, desde la primera toma es una película de David Lynch.