Bosley Crowther (The New York Times) | |
Es una película con la que te puedes reír — con su propia insolencia hacia las crisis extranjeras |
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(Variety) | |
El guion, basado en una obra teatral de un acto de Ferenc Molnar, es espectacular. |
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Don Druker (Chicago Reader) | |
El ritmo es despiadado y el odio arraigado de Wilder hacia los alemanes nunca se ha usado con un fin tan cómico. |
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J. Hoberman (Village Voice) | |
Celebra al mismo tiempo que satiriza el imperialismo cultural americano. |
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Gwen Ihnat (AV Club) | |
Lanza innumerables ocurrencias sobre la Guerra Fría al mismo tiempo que es el escaparate perfecto para James Cagney |
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Marjorie Baumgarten (Austin Chronicle) | |
Wilder mezcló la Guerra Fría y el Muro de Berlín con su sensibilidad cómica y convirtió una pesadilla diplomática en un divertido asalto sin prisioneros. |
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Geoff Andrew (Time Out) | |
Frases ingeniosas maravillosas, por supuesto, y Cagney soltando sus líneas con la rapidez de una metralleta (...) Pero los objetivos de la sátira de Wilder (...) son demasiado obvios. |
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(Urbancinefile) | |
Quizás no sea el trabajo más sutil de Billy Wilder o James Cagney, pero es un ejercicio enérgico y a veces inquietante de mal gusto atrevido (...) Muchas de las bromas pueden ser obvias y cursis, pero algunas son inolvidables |
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Fernando Morales (Diario El País) | |
Magistral, divertida, con algunos de los mejores momentos de la comedia americana de todos los tiempos. Un clásico |
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Miguel Ángel Palomo (Diario El País) | |
Con un ritmo tan trepidante que no deja respiro. Cuando el espectador logre dominar la carcajada comprobará que, en el fondo, maldita la gracia que tiene el asunto. Una maravilla. |
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