Críticas de la prensa de YO, DANIEL BLAKE

La cinta de Ken Loach, (...), se convierte en un retrato agridulce y desesperanzador de lo injusta que puede ser la vida.

Hay sombras de Dickens y Orwell en este empático drama (...) La película de Loach ofende las reglas tácitamente aceptadas del sofisticado buen gusto: sutileza, ironía y oblicuidad

Fiel a su estilo adusto, apelando a su humanismo social, Loach volvió al cine, se enfrentó al estado kafkiano y ganó la Palma de Oro. Con 80 años, oiga.

El acierto, que todo tiene una dimensión humana donde no falta el humor y se acerca, desde su épica mínima, al heroísmo, a temas que superan la realidad contemporánea.

Una película melodramática y a veces, muy didáctica, pero también, intensamente conmovedora (...) personajes marginados con ingenio, rabia y humanidad

La película pisa terrenos tremendamente complejos y difíciles – y cuanto más complejos sean, mejor

La dulzura y la simplicidad de su encuentro es el punto más brillante de la película en un mundo, por otra parte, complicado (...) Loach usa el medio (...) para arrojar luz sobre las injusticias

El corazón rojo del cineasta busca, y encuentra, la complicidad y la empatía (y el encabronamiento) del espectador medio (...) Nada que reprochar a los pecadillos del guión

Recurre al didactismo bienintencionado y el sentimentalismo explícito (...) El tremendismo dramático tiene por objetivo dejarnos destrozados. Y qué duda cabe de que lo logra

'I, Daniel Blake' es una de las mejores películas de Loach, un drama de conmovedora devastación que narra su historia con una imperturbable simplicidad neorrealista, devolviéndonos a la clara pureza de Vittorio de Sica 

'I, Daniel Blake' es la quintaesencia de Loach (...) Pero aunque el marco y la perspectiva son familiares, las películas del veterano director británico siguen teniendo el poder de arrastrarnos a un choque emocional 

Unas interpretaciones sobresalientes destacan en este estudio ocasionalmente torpe, pero emotivo, de las luchas de la clase trabajadora 

Loach regresa dando su mejor versión (...) Está todavía al mando como cineasta y crítico social (...) Las actuaciones (...) están tan bien afinadas... 

Una cinta transparente, limpia y sin más lecturas que la pedrada. (...) tanta evidencia, tanto insistir, termina por arruinar un proyecto perfectamente previsible a cada paso. 

Estremecedora (...) cine en carne viva, pleno de lucidez amarga 

Un drama social fresco y humano (...) se parece tanto a otras películas de Loach y Laverty como una mano a la otra 

El cineasta no ofrece sorpresa alguna. Es su tradicional y muy solemne visión comprometida con las causas de la clase obrera, (...) Todo es muy noble y a la corrección política se añade la sobria corrección cinematográfica. 

Por mucho que les moleste el cine de Loach, por mucho que incluso sea maniqueo y simplista, el mensaje no pierde fuerza: la clase trabajadora sigue igual o peor que hace 30 años, y Loach no cansará de gritarlo. 

La conjunción de vitalidad artística y clarividencia política que [Ken Loach] muestra en 'Yo, Daniel Blake' (...) es, muy por encima de mínimos y fútiles reparos críticos, simplemente formidable. 

Una historia humana muy sensible. (...) Ken Loach no pudo evitar caer en el melodrama, pero no se lo reprocho, ya que la tragedia acecha a los personajes. (...) Muy recomendable. 

Estrujante (...) preconiza y lleva al nivel de perfección un realismo observacional y detallista. 

Pese a la grisura del ambiente en el que se desarrolla, 'I, Daniel Blake' está llena de gestos de camaradería y nobleza. (...) La cámara apenas si se mueve, como si intuyera que no hace falta sacudirse para añadirle premura o drama a lo que vemos. La decisión es acertada. 

Loach hace una radiografía social, estrujante, desesperante y a la vez conmovedora. 

El filme está contado con tesón, firmeza, ardor y buenas intenciones, y todo eso salta de la pantalla hasta la platea. 

Está lejos del nivel del viejo Ken Loach, con temas –la desocupación, la perversa burocracia de los servicios sociales– que ya transitó antes y mejor. 

Loach construye otra cuestionadora mirada a la falta de trabajo y oportunidades, (...) 'Yo, Daniel Blake' funciona bien sobre caminos previsibles. 

El estilo de Loach, tildado en ocasiones de televisivo (...) [puede] hallarse aquí. También, lamentablemente, una concesión por el grosor dramático que en ocasiones aparece y acá adquiere la forma de un exabrupto final (...) para darle moraleja a un cuento que no la pedía. 

Aún con desaciertos productos del fervor panfletario del director, 'Yo, Daniel Blake' es una obra seductora y amarga que entabla puentes de empatía y desvanece prejuicios. 

Es en rigor uno de sus dramas más sólidos en varios años. El clásico y viejo sustento partidista de izquierda está presente, pero de una manera funcional a la historia de Daniel Blake, que luce siempre real y cercana. 

Ojalá que la observación del mundo sensible e indignada de Ken Loach y Paul Laverty nos siga abrazando y sacudiendo con más películas como esta. 

El humanismo social del director de 'Kes' regresa en su versión más genuina pero a la vez maniquea en esta historia de un hombre luchando contra la burocracia del sistema laboral británico. 

La sintonía de 'Yo, Daniel Blake' con los tiempos no sería un valor per se. La película es notable por la efectividad de su guion, la autenticidad de su tono y el desempeño de sus actores. 

Elenco y fotografía, cumplen a la perfección los requisitos de documentallidad, de este valiosísimo título. 

Ken Loach en una de sus obras más representativas (...) ésta es una de sus obras más representativas y conmovedoras.