Zaniki admira a su abuelo, un paisano que parece salido de un cuento. Eusebio - así se llama - canta, baila, y sobre todo, sabe hacer música con infinidad de objetos. De forma mágica le saca sonidos, rítmicos y melódicos, a cosas a las que la mayoría de la gente no le da uso más allá de su utilidad original, y convierte así el día día de la familia en un escenario constante. Su nieto lo absorbe todo con curiosidad infantil y se aprecia una conexión fuerte entre él y su familiar de una generación totalmente diferente. El abuelo, por su lado, siente la gran necesidad de pasarle su conocimiento y de enseñarle lo que en el colegio no puede aprender - la conexión con la naturaleza y la experiencia de "sentir la tradición desde dentro". Zaniki es un film mutante, una ficción con elementos documentales que es casi atemporal y que, aunque situado en los campos de Salamanca, podría ocurrir en otros lugares, porque habla de procesos que se repiten a través de la historia y en todo el mundo.
Fee Reega
Leer más >