Crítica de la serie Bajo Sospecha
Bajo Sospecha es un thriller español que mezcla misterio, tensión y drama familiar. La primera temporada se ambienta en un pequeño pueblo donde desaparece una niña el día de su primera comunión. A partir de ahí, los policías Víctor (Yon González) y Laura (Blanca Romero) se infiltran como matrimonio para descubrir la verdad. La trama juega con el suspense clásico: todos parecen sospechosos y cada episodio abre nuevas dudas.
Personajes principales (T1):
Víctor (Yon González): policía impulsivo pero brillante, con conflictos personales.
Laura (Blanca Romero): compañera seria y racional, contrapeso de Víctor.
Laura Valverde (Alicia Borrachero): madre de la niña, cargada de secretos.
Roberto (Pedro Alonso): tío de la menor, intenso y ambiguo.
Alférez Casas (Lluís Homar): guardia civil experimentado, pieza clave en la investigación.
La primera temporada atrapa por su atmósfera opresiva y los giros constantes. Quizás en algunos tramos se sienta alargada, pero mantiene la tensión y concluye de manera satisfactoria.
Final (spoiler leve): la temporada tiene un final cerrado, se descubre quién fue el culpable y no deja cabos sueltos importantes.
Segunda temporada
La segunda temporada cambia de escenario y se traslada a un hospital de Madrid. Allí, Víctor se infiltra para resolver el asesinato de una enfermera francesa y la desaparición de otra. La investigación adquiere tintes más internacionales y la tensión se centra en el personal sanitario, lleno de secretos y rivalidades.
Personajes principales (T2):
Víctor (Yon González): vuelve como infiltrado, más maduro y marcado por lo vivido.
Sophie Leduc (Olivia Molina): policía francesa que trabaja junto a Víctor, aportando otra dinámica a la investigación.
Alférez Casas (Lluís Homar): reaparece, reforzando la continuidad con la primera temporada.
Personajes del hospital: médicos y enfermeros interpretados por un reparto coral (Paco Tous, Gonzalo de Castro, Concha Velasco), cada uno con tramas oscuras que generan sospechas.
Esta temporada mantiene el suspense, pero cambia el tono: es más coral, con un entorno cerrado que recuerda a un whodunit. La complejidad de sospechosos es mayor y los capítulos avanzan entre secretos personales y profesionales.
???? Final (spoiler leve): también tiene un cierre claro, se resuelve quién está detrás de los crímenes en el hospital. No queda tan redondo como la primera, pero no deja la historia abierta.
En resumen:
La primera temporada es más intensa y redonda, un thriller clásico con atmósfera opresiva.
La segunda temporada es más compleja, con un reparto amplio y un aire internacional. Aunque pierde algo de la frescura inicial, sigue siendo adictiva y resuelve el caso sin dejar cabos sueltos.