Jim Brockmire fue el locutor de deportes más grande de la televisión. Tenía éxito, dinero y una vida perfecta hasta que descubrió que su mujer le había sido infiel. A raíz de este suceso, sufre una vergonzosa crisis mientras está narrando un importante partido de béisbol y se retira del mundo del espectáculo. Una década más tarde, Brockmire decide retomar su carrera en una decandente ciudad de Nueva York donde comienza a trabajar para una radio local que retransmite una pequeña liga de béisbol que quiere conseguir la gloria. Jules es la propietaria y Charles el joven entrenador de este equipo que acaba de fichar a una vieja gloria de la televisión para intentar conseguir un poco de renombre.
[Crítica 4ª temporada]: Hay algo tremendamente ridículo en este hombre y su mundo (...) por eso resulta milagroso que la actuación de Azaria sea tan apasionada
[Crítica 2ª temporada]: Un personaje creado sólo para ofrecer una lección cómica de contrastes se ha convertido en una representación increíblemente convincente y emotiva de la autodestrucción