Está bien, sí, pero un pelín sobre-explicado. Alex es carismática y hay momentos buenísimos (como revelar el lío con su entrenadora en BU), pero a veces parece un resumen de su TikTok‑life mezclado con clips previos. Interesante para fans del podcast, pero no sé si sale de ahí con “uy, qué docuazo”. Bien hecho, pero sin chispazo narrativo propiamente dicho.
¿Sabes cuándo ves a alguien destrozando el techo de cristal en directo? Call Her Alex fue justo eso. Russo‑Young mete cámara y corazón para mostrar a Alex sin filtros: cuando vencía el miedo, levantaba podcasts millonarios o enfrentaba su pasado de acoso en la universidad. Lo de la gira con strippers y micrófono fue gloria pop‑feminista. Me dejó con ganas de más. Empoderador y nada vacío.
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