Críticas de la prensa de la serie Dead to Me

[Crítica 2ª temporada]: Funciona gracias a la gran química que hay entre Christina Applegate y Linda Cardellini. Esta temporada es caótica e imperfecta, pero así es la vida también

[Crítica 2ª temporada]: El encanto de Jen y Judy hará que te alegres y la serie está llena de giros que te sorprenderán

Lo que promete al principio como comedia se desvanece al convertirse en un misterio lleno de giros (...) Muy irregular

Puede haber confort en lo convencional, pero para que sea entretenido e interesante tiene que estar bien hecho. 'Dead to Me' tiene un ritmo malo, un tono inconsistente y –sobre todo– es muy aburrida

[Crítica 2ª temporada]: La falta de impulso sigue estando en esta temporada y además no tiene la misma intensidad brutal que su predecesora. 

[Crítica 2ª temporada]: Una serie tremendamente adictiva (...) Applegate sigue ofreciendo el mejor trabajo de su carrera con el papel de Jen 

[Crítica 2ª temporada]: Suele ser muy graciosa y tiene momentos picantes que se aderezan con elegancia, sobre todo gracias a Applegate 

[Crítica 2ª temporada]: Nos recuerda que independientemente de la originalidad de la idea, no hay nada como una ejecución inteligente. 

Transmite un 'casi pero no' constante (...) Sus innumerables intentos de sorprendernos acaban disminuyendo el impacto general de la historia. 

La serie no se conoce a sí misma: es demasiado tímida para ser un thriller satisfactorio, demasiado seria para ser una telenovela entretenida y demasiado ridícula para ser un drama emotivo. 

Intenta hacer mucho, aunque algunas cosas las hace muy bien (...) Como exploración del luto es decente, incluso a veces perceptiva. Como misterio de asesinato es floja y apresurada 

En el fondo, no funciona ni tiene el peso emocional que debería porque Judy y Jen son ideas en lugar de personajes 

A pequeña escala está impecablemente construida (...) Es una serie en la que se ha puesto mucho cuidado pero que está poco desarrollada 

Lo que se presenta como una comedia negra es en realidad una reflexión sobre la viudez y el perdón, con algunas cuotas de humor y un gran gancho en el guion. 

Tiene ese brillante ida y vuelta entre sus protagonistas que será difícil de soltar. (...) Hay algo conmovedor y reconocible en escuchar a dos personajes -y no a dos caricaturas- aconsejarse respecto a qué es lo mejor para sus vidas cuando todo parece derrumbarse a su alrededor.