Esta temporada 3 es una bocanada de aire fresco en el mundo de la televisión. Cada episodio me hizo sonreír y, en más de una ocasión, soltar alguna lagrimita. Los participantes son auténticos, entrañables y te roban el corazón desde el primer momento. Es maravilloso ver cómo se enfrentan al desafío del amor con tanta valentía y sinceridad. Además, la serie destierra muchos mitos sobre el autismo y muestra la diversidad de experiencias dentro del espectro. |