Esta serie realmente destaca cuando se centra en el desarrollo de Georgie como un padre de familia que está aprendiendo a ser responsable y a lidiar con las inseguridades. Los momentos más emocionales (como cuando piensa en su padre) son lo mejor. Sin embargo, los personajes de la familia MacAllister (especialmente Audrey, la madre de Mandy) son demasiado abrasivos y unidimensionales, creando una tensión constante y a veces agotadora. La serie toca temas maduros (deudas, trabajo, crianza), pero el spin-off necesita encontrar un mejor equilibrio entre el drama familiar y la comedia. |