Para cada error, hay un momento de Graham o Bledel que te hace reír o que te rompe el corazón, o que pasa de la ñoñería a algo que resulta absolutamente real.
Tal vez es un poco excesiva a veces (...) pero cuando se centra en los notables puntos fuertes de su grupo de personajes principales, ofrece un tipo de televisión cálida y reconfortante.