Su concepto es divertido, pero difícil de sostener (...) Pero si se centra en sus buenos actores, los saltos logísticos serán más fáciles de limar. La serie sólo tiene que, bueno, escucharse a sí misma.
Moynihan y Larroquette resultan lo suficientemente encantadores, y las tramas sobre la educación de los hijos, los sueños y el baloncesto podrían hacer una comedia familiar cálida, aunque no especialmente divertida.
Comedia empalagosa (...) Si te estás preguntando cómo Moynihan termina pareciéndose a Larroquette, déjame que te diga, esta serie tiene problemas más grandes que ese.