He estado esperando esto desde siempre, y no puedo enfatizar lo mucho que valió la pena la espera. El legado de Pee-wee es uno que pasará a la historia como uno de inclusión, libertad y, sobre todo, amor. Qué imagen tan increíble de la lucha de un ícono con el control, la lucha con su propia identidad y la lucha con la percepción de los medios. Te quiero, Pee-wee Herman, y te quiero, Paul Reubens. Qué bendición tener todo este material de archivo. Pee-wee somos todos nosotros. El chico más afortunado del mundo. |