La trama básicamente gira en torno a la familia Pruitt que vive en Long Island, quienes viven como la realeza en una enorme mansión. El pequeño problema es que están arruinados y viven del estado. Cada episodio involucra a Phyllis probando un nuevo plan descabellado para recaudar dinero y evitar que el IRS lo haga. Como puedes imaginar, todo termina en un caos total.