Año 1566. Tras huir de la ocupación veneciana de su isla natal, Creta, el pintor Domenicos Theotocopoulos llega a Venecia y comienza a trabajar en el estudio de Tiziano, donde pronto destaca sobre los demás artistas. Allí es descubierto por el Niño de Guevara, un sacerdote español con el que mantiene una extraña relación. Años más tarde, el pintor se traslada a Madrid y se enamora de Jerónima de las Cuevas -hija de un noble militar- con la que tiene un hijo y se establecen en Toledo, en donde El Greco triunfa como artista. Su posición de privilegio le lleva a rodearse de las más importantes personalidades políticas y religiosas, incluyendo a su antiguo amigo Niño de Guevara, ahora convertido en el Gran Inquisidor. Sin embargo, la aversión que le produce la Inquisición pronto llevará al artista a enfrentarse abiertamente con él. |
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