Pese a su estimulante propuesta de partida - para evitar los problemas de la superpoblación, en un futuro distópico el tiempo de vida se ha convertido en el nuevo dinero - el director es incapaz de desarrollarla satisfactoriamente y todo lo deja reducido a un "corre corre que te pillo" con una serie de escenas de acción, gente guapa (¿en el futuro no existen los feos?) y el típico romance sin mayor interés (¿una pareja que se enamora al instante? ¿en serio?). Patinazo monumental del autor de la inolvidable "Gattaca (1997)". |