Es este un relato bélico estimable en el muy trillado tema de la pérdida de la inocencia por parte de un inexperto recluta que acaba manteniendo una relación paterno filial con su superior al mando. Partiendo de un enfoque antipatriótico - bajo la bandera del patriotismo no se esconde otra cosa que la exaltación de la violencia - el director David Ayer nos ofrece un estimable relato de un pequeño grupo de personas que sufren las heridas psicológicas de la guerra pero que harían lo que fuera los unos por los otros. Todos los actores interpretan con solvencia sus papeles. Una obra soprendentemente adulta para el infantilizado cine que padecemos. |