Original película que, aunque enmarcada dentro del universo Marvel, mezcla un juego monárquico con oscuros secretos familiares, traiciones e intrigas con elementos tribales africanos y ambientación urbana hi-tech. El director Ryan Coogler combina eficientemente todos estos ingredientes para crear una historia a medio camino entre la tragedia shkespeariana y los filmes de James Bond. La factura técnica es impecable, plagada de acción al más puro estilo Marvel, con las dosis justas de humor y con un villano, Killmonger, que más allá de su maldad trasluce unas motivaciones que le hacen ser como es. Excelente película, de las mejores de su género. |