León de Aranoa se aleja de su habitual temática izquierdista que habla de personas y situaciones que no queremos ver pero que existen para rodar una película que se sumerge en las secuelas del conflicto de los Balcanes de los años 90 y que resulta difícil de clasificar debido precisamente a su indefinición: a veces comedia, a veces drama, a veces acción, a veces la reflexión... A pesar de ello, el carisma de actores como Benicio del Toro o el humor que aporta un estupendo Tim Robbins hacen que el resultado final te deje un buen sabor de boca. |