Esta aspirante al Oscar de mejor película en la edición de 2016 se interesa por la crisis económica que empezó hace una década y ciertamente sabe enganchar al espectador sin renunciar a abordar cuestiones de cierta complejidad. De la mano de un reparto de conocidos actores de primer nivel como Christan Bale, Brad Pitt, Ryan Gosling o Steve Carell, este trabajo del guionista y director Adam McKay mezcla con acierto el enfoque realista con el sentido del entretenimiento, encontrando en todo momento el tono adecuado para que ambas vertientes mezclen bien. En ocasiones McKay hace pausas en la narración para explicar a todos algunos conceptos no conocidos por todos aunque siempre de forma desenfadada - esa ruptura de la cuarta pared - para hacerlo asequible al gran público. Todo ello hace que por una parte entendamos a la perfección las complejidades de lo que dió origen a esta crisis y por otra ayude a desarrollar a los personajes. Curiosamente, no hay ningún personaje que pudiéramos llamar 'héroe' ya que todos son, en mayor o menor medida, unos caraduras que quieren sacar beneficio a la situación. Una película interesante que consigue exactamente lo que busca y lo logra además sin ningún altibajo en su interés.