Agamenón e Ifligenia son los protagonistas de la narración mitológica griega que da título al filme: un ciervo sagrado muerto desata las iras de un dios que ve justificado su poder de castigar a los que contradicen su voluntad. Lanthimos retrata la oscuridad que habita en cada uno de nosotros y la desestructuración de la familia con unas imágenes gélidas y un ritmo que puede resultar exasperante para más de un espectador. La interpretación de la siempre solvente Nicole Kidman se convierte en la mejor baza de la película, una película que abusa de unos largos enunciados en sus monocordes diálogos. Una extraña película que parece querer poner a prueba la paciencia del espectador de forma premeditada. |