El teniente Hazard (Troy Donahue), un joven oficial recién salido de la prestigiosa Academia Militar de West Point, llega a su primer destino: un fuerte en Arizona con una pequeña guarnición poco disciplinada y constantemente amenazada por el jefe indio Águila de Guerra. Al mismo tiempo que instruye a sus hombres se enamora de la esposa del oficial que está al mando.
Un filme otoñal, que desprende poesía, de una riqueza plástica inusitada y que alterna melancolía con secuencias de acción. En su día fue menospreciada, pero es uno de los más grandes westerns que se hayan filmado jamás. Walsh no pudo despedirse mejor