Indiana Jones y el dial del destino • Crítica

¿De qué trata?

Los amantes de la saga de Indiana Jones tienen motivos para estar de enhorabuena ahora que está a punto de estrenarse la quinta entrega que continúa las aventuras del doctor Henry Jones. "Indiana Jones y el dial del destino" es, en pocas palabras, un festín para aquellos que crecieron con el personaje y disfrutaron de sus emocionantes peripecias en "En busca del arca perdida" (1981), "El templo maldito" (1984) y "La última cruzada" (1989).

El descontento generalizado con "El reino de la calavera de cristal" ha provocado que "El dial del destino" tardara 15 años en ver la luz, y ha habido una gran preocupación por darle una explicación a la ausencia de Mutt, el hijo de Indy interpretado por Shia LaBeouf, así como otorgarle una madurez digna al héroe sin necesidad de forzar relevos generacionales para seguir explotando la franquicia. Una de las primeras fortalezas de "Indiana Jones y el dial del destino" es que se trata de un episodio disfrutable por sí mismo, con las dosis adecuadas de aventura, romance, riesgo y humor. La película, con una duración de 154 minutos, no da respiro y deja un estupendo sabor de boca con un final que sirve como broche de oro. Además, desprende un sano aire de libertad al abrazar lo políticamente incorrecto sin convertirlo en algo exagerado. Es decir, hay violencia, muertes y destrucción cuando es necesario, y un villano retorcido interpretado de manera fabulosa por el genial Mads Mikkelsen, quien tiene un plan ingenioso para devolverle la gloria al reinado del terror.

El argumento de la película gira en torno a una reliquia creada por Arquímedes conocida como el "Mecanismo de Anticitera", la cual se convierte en un dispositivo codiciado por los esbirros del Führer, quienes están convencidos de su poder para cambiar el curso de la historia. Pero lo más satisfactorio de esta producción es que durante su visionado se tiene la sensación de estar inmerso en ese universo tan particular y agradable que creíamos imposible de recuperar. Las secuencias de acción son numerosas y variadas, destacando especialmente la inicial, que es larguísima y sirve como base para la aventura, y la del metro en la que vemos a Indy a caballo. Nunca antes un ejercicio de rejuvenecimiento digital había estado tan justificado argumentalmente y tan bien materializado. El desarrollo tecnológico en estos años es evidente, ya que el resultado es excepcional, pero lo más importante es que está al servicio de la historia y no para mayor gloria del protagonista, a quien también vemos con su edad actual, sin tapujos para esconder los años. Harrison Ford, con sus 80 años, ha llegado al punto en que la industria ya no pretende presentarlo de una forma distinta a lo que es. Parece que esto ha sido comprendido en las series que protagoniza, como "Terapia sin filtro" en Apple TV+ y "1923" en SkyShowtime, y también en esta película. Envejecer no tiene nada de malo y es más orgánico enfrentarse a ello de manera realista. Por tanto, no es que Indiana Jones haya dejado de correr para darle paso a un heredero, sino que ha continuado con su vida, ha tenido hijos y ha llegado a la edad en la que se encuentra.

En cuanto a los personajes secundarios, es cierto que podrían haber estado mejor aprovechados y haber tenido más garra y complicidad con el protagonista. Aunque los intentos son buenos, algo falla en su construcción. Sin embargo, hay que destacar la presencia de Marion Ravenwood, interpretada por Karen Allen, que tiene una participación especial que brinda momentos de nostalgia y alegría a los fanáticos de la saga. Además, la música de John Williams es otro elemento destacable, ya que logra evocar la magia de las películas originales y complementa a la perfección las escenas de acción y los momentos más emotivos.

Personajes

Dirección

James Mangold logra capturar la esencia de las películas originales de la saga al mismo tiempo que aporta su propio toque distintivo. Su dirección combina hábilmente la acción trepidante con momentos de humor y emotividad, creando un equilibrio entre la nostalgia y la frescura necesaria para atraer tanto a los fanáticos de toda la vida como a nuevas audiencias.

Mangold también demuestra su habilidad para crear una atmósfera visualmente impactante, con una cuidadosa dirección artística y una cinematografía que resalta los escenarios exóticos y peligrosos en los que se desarrolla la historia. Además, su elección de planos y movimientos de cámara ayuda a intensificar la emoción y la tensión en las secuencias de acción, sumergiendo al espectador en la aventura junto a Indiana Jones.

¿Merece la pena verla?

"Indiana Jones y el dial del destino" es una película que ofrece un viaje lleno de nostalgia y emoción para los seguidores de la saga. Aunque los años 80 quedaron atrás, la película se erige como un homenaje adecuado a uno de los personajes más emblemáticos de la historia del cine. Si bien tiene algunas debilidades en cuanto a los personajes secundarios, en general, la película logra capturar la esencia y el encanto de las películas originales, combinando elementos frescos y emocionantes. En definitiva, "Indiana Jones y el dial del destino" es una película que hará las delicias de los seguidores del intrépido arqueólogo y nos transportará una vez más a un mundo lleno de aventuras y emoción.

¿Dónde se rodó?

• Bamburgh, Northumberland, Inglaterra, Reino Unido
• Castillo de Bamburgh, Bamburgh, Northumberland, Inglaterra, Reino Unido (Campo de prisioneros de Berlín)
• Marsala, Trapani, Sicilia, Italia (Filmación del yate que se hunde)
• Holy Island of Lindisfarne, Berwick-upon-Tweed, Northumberland, Inglaterra, Reino Unido
• North Yorkshire Moors Railway, 12 Park Street, Pickering, North Yorkshire, Inglaterra, Reino Unido (Escenas ferroviarias en Alemania)
• Glasgow, Escocia, Reino Unido

Presupuesto

La película es la más cara de Indiana Jones hasta la fecha, con un presupuesto estimado de unos 295 millones de dólares.

Curiosidades

El codiciado artefacto que impulsa la narración, la esfera de Arquímedes, está inspirado en un artefacto del mundo real, el mecanismo de Anticitera. Un dispositivo mecánico que se cree que se utilizaba en la antigua Grecia para calcular y mostrar información sobre fenómenos astronómicos, y que ha sido descrito como el ejemplo más antiguo conocido de ordenador analógico.

John Rhys-Davies había expresado su interés en retomar su papel de Sallah de En busca del arca perdida (1981) e Indiana Jones y la última cruzada (1989). Se le ofreció un cameo en la escena de la boda en Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal (2008), pero "pensó que el personaje de Sallah vale más para el público que eso".

Nota

Lo mejor

Recupera el espíritu de la trilogía original.

La interpretación de Harrison Ford y su química con Phoebe Waller-Bridge.

Lo peor

Algún altibajo en el ritmo de la película.

Tiene algún giro que hará levantar las cejas a más de un espectador.