Jennifer Aniston es sin lugar a dudas una de las últimas estrellas estoicas de Hollywood. En su portada de diciembre para Allure (la última edición impresa de la biblia de la belleza), la adorada actriz rompe por fin su silencio sobre lo que ocurría a puerta cerrada mientras los medios de comunicación se obsesionaban con que tuviera hijos.
"Diría que a finales de los 30 y los 40 años pasé por cosas muy duras, y si no fuera porque pasé por eso, nunca me habría convertido en la persona que estaba destinada a ser", dice al medio.
"Por eso tengo tanta gratitud por todas esas cosas de mierda. De lo contrario, me habría quedado atrapada siendo esa persona tan temerosa, tan nerviosa, tan insegura de quién era. Y ahora, no me importa una mierda".
Además, explicó: "Estaba intentando quedarme embarazada. Fue un camino difícil para mí, el camino de la maternidad. Todos los años y años y años de especulación... Fue realmente duro. Me sometí a la fecundación in vitro, tomé tés chinos, de todo. Probé de todo. Habría dado cualquier cosa si alguien me hubiera dicho: 'Congela tus óvulos. Hazte un favor'. Simplemente no lo piensas. Así que aquí estoy hoy. El barco ha zarpado".
Confirmando que no se arrepiente de cómo ha acabado su vida, la mujer de 53 años dice que ahora siente "alivio" por no tener más cuestionamientos.
La injusta presión social
La revelación de Aniston es un recordatorio de que aquellos que presionan con su agenda de maternidad sobre otra persona podrían no sólo estar minimizando las opciones de vida de alguien, sino que en realidad están presionando en uno de los puntos más dolorosos de esas personas.
Es demasiado tarde para deshacer el daño que sufrió Aniston, pero aún es posible evitar que la próxima mujer sin hijos reciba el mismo trato. Por lo que ten en cuenta que es invasivo y grosero opinar sobre sus perspectivas de reproducción.
Galería de Jennifer Aniston
Esta interesante entrevista vino acompañada por una increíble galería de fotos en el que podemos ver que los años no pasan por Jennifer Aniston. Os dejamos con ella a continuación.
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