Un proyecto militar secreto pone en peligro Neo-Tokio cuando un miembro de una banda motorista se convierte en un psicópata psiónico que arrasa todo y al que que sólo dos niños y un grupo de psiónicos podrán detener.
Gráfica y técnicamente, la película sigue siendo una joya incluso si pertenece a una época donde el uso de una computadora estaba fuera del alcance de casi todo el mundo.
Brillante adaptación del magistral manga cyberpunk de Katsuhiro Otomo. Año 2019, tras el apocalipsis de la III guerra mundial, Tokyo se ha convertido en Neo-Tokyo y las violentas bandas callejeras campan a sus anchas. En este caldo de cultivo surge Tetsuo, un superhumano de imparable fuerza destructora. De la cinta llama la atención sobre todo su virtuosismo técnico, con una animación muy cuidada y unos escenarios barrocos, algo que contrasta con lo que hasta entonces nos habían mostrado la animación japonesa. Quizá falle un poco a la hora de condensar en tan sólo dos horas una historia tan compleja y con tantos personajes como la del cómic en que se basa. Con todo, marcó un antes y un después en la historia del cine de animación. De obligada visión.