Críticas de la prensa de CÓMO ENAMORAR A UNA CHICA PUNK

Gracias al encanto de Elle Fanning y a la singular dirección de John Cameron Mitchell, 'Cómo enamorar a una chica punk' es entretenida, diferente y extraña de la mejor manera posible.

Qué película más extrañamente confusa y al límite de la incontinencia. Podrías llamarla salta-de-género-en-género, aunque eso implicaría que hay algo de intencionalidad y de control

Sin casi argumento bajo la manga, Mitchell se apoya (...) en un exceso de gritos petulantes (...) Intentar identificar su objetivo es asumir que hay uno

[Una] porquería (...) Totalmente inexpresiva (...) El diálogo de 'How to Talk to Girls' divaga y es tremendamente débil. Las escenas deambulan, se detienen, se apagan. 

Hay muy poca cohesión narrativa o subtexto persuasivo para hacer que esto sea algo más que un disparate de bajo presupuesto que es raro y que no resulta excesivamente interesante. 

A veces asoman ideas inteligentes más allá de su llamativa superficie. No todas funcionan, pero Mitchell y el coguionista Phillips Goslett merecen reconocimiento por intentar hacer que un trabajo con una idea tan absurda funcione como lo hace. 

Sin el hábil control del guion de la historia de rebelión y romance en el núcleo de la película, esto no serían más que atracciones secundarias agradables (...) Pero funciona: es todo un poco disparatado, pero, en definitiva, conmovedor. 

Es entretenida y muy disfrutable (...) pero se queda sólo como un ejercicio estilístico divertido, un tanto lejos de los alcances de la misma. 

Punk al rehusarse a contar su película en los términos de la ficción convencional, punk al producirla con recursos mínimos, punk al no pasteurizar la obra original en busca de mayor audiencia, John Cameron Mitchell ejemplifica cómo traducir el arte de un autor al idioma de otro autor. 

Es para todos aquellos que estén dispuestos a abrir su mente para ver un filme marcado por la ciencia ficción. 

Una película enérgica pero errática que abarca una docena de géneros a la vez aunque ninguno de ellos de forma exitosa. Es para los que gustan de montones de rarezas. 

Ingenio y aventura naive hacen de este filme, (...) un placer que claro puede ser culpable, pero es antes que nada una rareza que solo la libertad del cine arte puede engendrar.