La historia de Graham Hornigold tiene mucho potencial, y aunque las entrevistas están bien estructuradas, me dio la sensación de que la narrativa se estancó en algunos puntos. Las recreaciones son un buen toque, pero la falta de profundidad en ciertos aspectos emocionales me dejó algo frío. Es un buen documental si te gustan los casos de fraude, pero no es algo que vería dos veces. |