El profesor de francés se siente abrumado por sus nuevos alumnos, todos le entregan deberes llenos de errores. Todos menos uno, el chico que siempre se sienta al fondo de la clase y que da muestras de un sentido de la observación agudo y fuera de lo normal. Ese sentido hace que otro alumno se sienta fascinado también por él. Con ayuda del profesor, el chico comienza ha escribir una redacción en forma de novela donde penetra en el universo familiar de su nuevo amigo y también en el del profesor, haciendo que la ficción y la realidad se entremezclen y confundan de manera sutil.
Su estructura es impecable: una narración perfectamente hilada, rica en matices, con diálogos brillantes y bien calzados. Y luego está el hermoso cierre de la película