Gran Torino

Un mecánico jubilado, Walt Kowalski, pasa su tiempo con reparaciones caseras, cerveza y visitas mensuales al peluquero. Aunque el último deseo de su difunta esposa fue que se confesara, para Walt, un resentido veterano de la Guerra de Corea que mantiene su rifle M-1 limpio y preparado, no hay nada que confesar. Y para confesarse no confía en nadie salvo su perra, Daisy. La gente a los que solía considerar sus vecinos se ha mudado o ha fallecido y ha sido sustituida por inmigrantes hmong, del sudeste asiático, a los que él desprecia. Resentido con prácticamente todo lo que ve, los aleros caídos, el césped descuidado y los rostros extraños que le rodean; las pandillas sin propósito de adolescentes hmong, latinos y afroamericanos que piensan que el vecindario les pertenece; los extraños inmaduros en que se han convertido sus hijos, Walt sólo espera a que llegue su última hora. Hasta la noche en que alguien intenta robar su Gran Torino del 72. Tan reluciente como estaba el día en que el propio Walt ayudó a sacarlo de la cadena de montaje hace décadas, el Gran Torino hace que su tímido vecino adolescente, Thao, entre en su vida cuando los pandilleros hmong presionan al chico para que intente robarlo. VER TRÁILER