Merrin Williams está muerta. Ha muerto en extrañas circunstancias, y su novio Ignatius Perrish es el único sospechoso. En el primer aniversario de la muerte de Merrin, Ig se pasa la noche borracho y haciendo cosas espantosas. Cuando se despierta, tiene una resaca tremenda… y cuernos que le están naciendo en la cabeza. Ig posee un nuevo poder macabro que intenta usar para descubrir al monstruo que mató a su amor. Ser bueno y rezar no lo llevó a ningún sitio. Ahora llegó el momento de la venganza...
Daniel Radcliffe en su mejor papel hasta la fecha (...) 'Horns' desconcierta (...) Pero en el caso de esta película enloquecida, al final echas unas risas y te olvidas.
Horns es una película curiosa, diferente, atípica. Está basada en una novela de Joe Hill, hijo de Stephen King, y la verdad es que su narrativa resulta curiosa o al menos la forma en la que está trabajada la película ya que nuestro protagonista vive entre dos verdades cuando la gente a su derredor cambia por completo. Horns se puede entender como una película fantástica de amor y tintes dramáticos. Pero también hay paso para la comedia y sobre todo el absurdo de algunas situaciones que se incrementan cuando la gente cercana a Ig cambia de parecer y habla sobre lo que piensa o lo que haría en ese momento, creando conversaciones hilarantes y momentos que rechinan pero que quedan bien en una película de ésta magnitud. Nos referimos a escenas como la de la camarera o los dos policías en el coche.
No dejará indiferente a nadie. Puede no gustar a muchos, pero hay que reconocer que Daniel Radcliffe está francamente bien, demostrando que hay vida más allá de su Harry Potter. Con respecto a la trama, hay que reconocer que tiene su parte de suspense clásico a través de los flashback o esos momentos en los que Ig toca a la gente, cuando vemos paso a paso el crimen al detalle, despejando dudas y yendo de un personaje a otro para sospechar. Por lo tanto, es una película que tiene diversos ingredientes que la hacen especial y bastante completa.
Horns película basada en una novela de Joe Hill, hijo de Stephen King. Horns se puede entender como una película fantástica de amor y tintes dramáticos. Pero también hay paso para la comedia y sobre todo el absurdo de algunas situaciones que se incrementan cuando la gente cercana a Ig cambia de parecer y habla sobre lo que piensa o lo que haría en ese momento, creando conversaciones hilarantes y momentos que rechinan pero que quedan bien en una película de ésta magnitud. Nos referimos a escenas como la de la camarera o los dos policías en el coche.
No dejará indiferente a nadie. Puede no gustar a muchos, pero hay que reconocer que Daniel Radcliffe está francamente bien, demostrando que hay vida más allá de su Harry Potter. Con respecto a la trama, hay que reconocer que tiene su parte de suspense clásico a través de los flashback o esos momentos en los que Ig toca a la gente, cuando vemos paso a paso el crimen al detalle, despejando dudas y yendo de un personaje a otro para sospechar. Por lo tanto, es una película que tiene diversos ingredientes que la hacen especial y bastante completa.